Licencia de Creative Commons
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional
.

Seguidores

La historieta.

Capítulo 1

La cafetería estaba abarrotada, el olor a café recién hecho y a tostadas quemadas inundaba el local. En la barra, un chico de unos veinticinco años como mucho, alto, delgado pero sin perder músculo, moreno, con la camiseta manchada de chocolate, debían de haber tenido una mañana muy ajetreada con los pasteles ya que faltaban dos días para San Valentín, y con una sonrisa encantadora no paraba de servir cafés para llevar, donuts de distintos glaseados y recibir encargos para San Valentín junto con su compañera de trabajo, una chica de mal carácter, rechoncha, bajita, con el pelo mal cortado por los hombros, de color negro y estropajoso, sudando, y totalmente quemada por el sol. Al final de la estancia, había una pequeña mesa, forrada con un mantel de rayas de diferentes colores en tonos chillones, dos preciosas sillas de hierro blanco forradas con tela a juego con el mantel en forma de media pelota de tenis, frente a esta, había una pequeña ventana con el marco de madera rosada y distintos tallados de formas abstractas que daba a la calle principal. Todo estaba lleno de flores y cuadros pintorescos. No sabría decir por qué aquella cafetería era tan popular en la ciudad pero si por qué lo era para mí.

Capítulo 2

Bueno, me presento, soy Elisa, aunque mis amigos me dicen Lis, al menos, los pocos que conservo. Soy una chica bastante reservada, agradable, simpática, quisquillosa, irritable, risueña, creativa, sarcástica y a veces, un poco borde. Tengo veinte años, vivo con mis padres, estudio Filología Española en la universidad, y como mis padres no se fían de que use su coche como un picadero con los tíos, me compraron una moto e hicieron que me sacase el carnet de las dos cosas, lo que no saben es que le doy la misma utilidad a la moto que si utilizase su coche, desplazarme de un sitio a otro, sería incómodo hacer cualquier otra cosa. Pelo liso, castaño y largo, ojos grandes y negros, mejillas rosadas, labios bonitos, sonrisa perfecta gracias a los aparatos y la nariz algo grande para mi gusto. ¿Con ello que quiero decir? Que me denomino chica del montón y el cuerpo no mejoraba mucho. Delgada, con ciertas curvas, piernas largas, pero.. se podría decir que se podía planchar ropa sobre mis pechos, no tenía demasiados. Pero bueno, me quería mucho a mi misma, y trataba siempre de sacarme el mejor provecho posible.