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martes, 24 de abril de 2012

Fotografía.

Compartir mis aficiones con la persona a la que quiero es un placer que nunca antes había tenido el gusto de probar.

lunes, 16 de abril de 2012

Jardín Americano.






Lunes, después de un cansado fin de semana, muerta de sueño, con un frío horrible, me levanté a las 8:10 de la mañana, me vestí, me peiné, me maquillé, preparé las cosas y salí de mi casa a toda prisa, no quería llegar tarde a la excursión.
Después de pasar un frío horrible, de ver un acuario enano (el de Rumanía era mil veces mejor) y de andar un buen rato para ir al jardín, al fin, llegamos.
Minuto tras minuto hacía una fotografía mejor aún que la anterior.
Apuré al máximo la media hora que tenía para poder deambular por el jardín.
Una de las mejores excursiones organizadas por el instituto. Simple, pero un lugar precioso en el que poder hacer millones de fotos.




















¿?


¿Alguna vez pensaste en lo que podría haber sido?
Miras atrás y piensas en que cada error cometido y cada suceso ocurrido te ha llevado hasta donde estás.
Pero, ¿y si hubieses escogido cualquiera de los otros caminos? ¿qué hubiese pasado entonces?

viernes, 13 de abril de 2012

Errores.

Alzando la vista, contemplo todos y cada uno de los errores que he cometido a lo largo de mi vida. Segundo a segundo me arrepiento e intento olvidar.
Pero no puedo.
Vuelvo a recordar y me desespero. La angustia se cierne sobre mi, presiona mi garganta y me asfixia.


A veces, parece que el tiempo se para en el momento que menos lo deseas, y a pesar de que suplicas que los minutos pasen deprisa, todo sigue igual.
Todos tenemos miedo a cometer fallos pero, ¿acaso esos fallos no nos han llevado a conocer mejor el terreno que pisamos? ¿a no tropezar de nuevo con lo mismo? ¿acaso no nos han enseñado a levantarnos una y otra vez?
Sinceramente, pienso que la persona que tropieza dos veces con la misma piedra, es por que una venda cubre sus ojos. Quizá puesta por él, quizá puesta por alguien.
Al fin y al cabo, un error puede doler, puede beneficiar o perjudicar a la persona que lo comete y a las que están a su alrededor, pero de cualquier manera, nos enseña a seguir adelante bajo cualquier circunstancia.