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domingo, 17 de junio de 2012

Todo cambia.


Abre los ojos, contempla tu alrededor y date cuenta de como cambia todo, de como la luz que un dia te guiaba ahora se convierte en sombras y que poco a poco, los pilares que sostenian tu vida se derrumban.

martes, 12 de junio de 2012

ITACA - Konstantínos Kaváfis

Cuando emprendas tu viaje a Itaca
pide que el camino sea largo,
lleno de aventuras, lleno de experiencias.
No temas a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al colérico Poseidón,
seres tales jamás hallarás en tu camino,
si tu pensar es elevado, si selecta
es la emoción que toca tu espíritu y tu cuerpo.
Ni a los lestrigones ni a los cíclopes
ni al salvaje Poseidón encontrarás,
si no los llevas dentro de tu alma,
si no los yergue tu alma ante ti.

Pide que el camino sea largo.
Que muchas sean las mañanas de verano
en que llegues -¡con qué placer y alegría!-
a puertos nunca vistos antes.
Detente en los emporios de Fenicia
y hazte con hermosas mercancías,
nácar y coral, ámbar y ébano
y toda suerte de perfumes sensuales,
cuantos más abundantes perfumes sensuales puedas.
Ve a muchas ciudades egipcias
a aprender, a aprender de sus sabios.

Ten siempre a Itaca en tu mente.
Llegar allí es tu destino.
Mas no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, viejo ya, en la isla,
enriquecido de cuanto ganaste en el camino
sin aguantar a que Itaca te enriquezca.

Itaca te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino.
Pero no tiene ya nada que darte.

Aunque la halles pobre, Itaca no te ha engañado.
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya que significan las Itacas.

jueves, 7 de junio de 2012

Miedo.



Florecen, se esparcen y me llenan, sentimientos de culpa, miedo, angustia y confusión.
Esa idea de volver a sentir, me asusta demasiado quizá. Por otro lado me gusta ya que también aparecen sensaciones de felicidad, comodidad, bienestar y demás, que hacen que día a día llegue a mi casa con una sonrisa estúpida en los labios.
Pero.. quiero andar con pies de plomo, saber por donde camino y por donde tendré que caminar, quiero estar segura de cualquier decisión que tome y hacer caso omiso al resto porque esta vez he terminado de construir el cerco para que con el tiempo, poder dejar o no entrar a las personas en mi corazón, sin que consigan dañarme ni rallar la rugosa superficie del cerco.
A pesar de eso tengo miedo.
Poco a poco y día tras día, fui alzando barreras contra el mundo, pero una vez terminadas, se desmoronaban, se volvían polvo y volaban lejos, dejándome al descubierto.
En esos momentos en los que se abre una grieta entre mi mundo y el de los demás, me asomo al exterior, me asusto y me vuelvo a encerrar entre barreras, creando en soledad la máscara de frialdad, dureza y estupidez que suelo mostrarle al mundo para no dejar que se acerquen a mi, me hagan daño y que, como cada vez que alguien sale por estas grietas desmoronando la muralla, se lleven otra pequeña parte de mi mundo, mi refugio.

lunes, 4 de junio de 2012

Mis libros 2.


Me levanté con desgana de la cama, miré a mi alrededor y pensé, otro día mas, otro día mas sin tenerle a mi lado, sin sentir como sus dedos se entrelazan con los míos, sin ver su sonrisa cada mañana, sin escuchar sus murmullos mientras duerme, sin saber que al despertar lo encontraría a mi lado, sin saber que estaría ahí cuando le necesitase, sin esperar oír el ruido de las piedrecitas que tiraba a mi ventana.
Aun así, rezaba por no volverle a ver, no quería sufrir mas, no quería pasar por su lado y desear con fuerza abrazarle, besarle y tener que aguantarme, o verle cada día y no poder si quiera mirarle a la cara..
Me odiaba y le odiaba por dejar que todo acabase de aquella forma, podríamos haber hecho más, mucho más.. pero no hicimos nada, solo mirarnos y sentarnos a esperar.

Aprender.



Parte de mi vida, ahora deshecha, desea desaparecer de la situación en la que me encuentro, la otra, permanecer en el lugar en el que debo estar, orgullosa, despreocupada y fuerte, como siempre, pero esta vez es demasiado.Me he acostumbrado tanto a no sufrir, que ahora no recuerdo como hacía antes para seguir adelante cuando todo pintaba mal.